La era de los emprendedores

El creciente interés en ser emprendedor y contar con mayores recursos y apoyos por parte del ecosistema, proyecta desde hoy un futuro prometedor.

Por Alejandro Estrada

Durante el inicio de esta década ha continuado el crecimiento acelerado del ecosistema de startups en América Latina de los últimos cinco años. Nuevas startups, nuevos unicornios –como MadeiraMadeira en Brasil y Clip en México– y más fondos de inversión locales e internacionales son muestra de esta tendencia. 

Ante este entorno, entre todos los jugadores del ecosistema de startups, los emprendedores continúan siendo el eje central. No solo por ser quienes tienen una idea y una visión, también por ser quienes hacen realidad los proyectos con su ingenio, trabajo y capacidad para reconocer y adaptarse al cambio.

Los fundadores de exitosas startups como Jack Dorsey (Twitter), Alex Oxenford (OLX) y David Vélez (Nubank) son ejemplos de emprendedores que han enfrentado enormes retos de negocio y competitivos. Durante toda su existencia, han demostrado que la resiliencia y convencimiento en su misión son clave para crear y crecer empresas exitosas, aun ante los momentos más adversos.

Se estima que hoy existen entre 20 y 35 mil startups en América Latina, así como un número mayor de emprendedores tecnológicos creando una nueva cultura de emprendimiento. Cada día, el decidir ser emprendedor no es visto como algo raro en nuestros frecuentemente conservadores países. Estos emprendedores, además de tener un diferente apetito al riesgo, son apasionados por hacer realidad visiones que parecen demasiado futuristas, de nicho o simplemente sin sentido de negocios. Pero el ‘no se puede’ o ‘no se hace así’ no existe en su vocabulario.

Bajo este creciente interés en ser emprendedor y con mayores recursos y apoyos del ecosistema, el futuro luce prometedor. Cada día hay más capital provisto por personas e instituciones de la región y fuera de ella. Cada día hay más aceleradoras, asesores, mentores y universidades listos para apoyarlos. Cada día hay más empresas que desean participar activamente en el ecosistema.

Ante este futuro optimista, no debemos olvidar que el ecosistema tiene una agenda pendiente: apoyar todos los niveles de la sociedad para asegurar que haya mayores oportunidades a emprendedores y emprendedoras de todas las geografías, de cualquier nivel social y educativo.

Cada fundador con una idea, pasión y dedicación que atienda necesidades reales y que quiera cambiar el mundo es potencialmente la próxima historia de éxito.